jueves, mayo 19, 2011

Sobre el ataque a la comisaría de Eksarhia (Atenas) el 14 de mayo

De Culmine

Por la mañana del 14 de mayo un grupo de encapuchadxs (que según la prensa fueron 40) realizó un ataque con molotovs a la Quinta Comisaria de Atenas, ubicada en barrio de Eksarhia. Justo después de su retirada, el depósito de un moto de secretas que estaba quemándose explosionó hiriendo a tres personas que se encontraban cerca del puesto de flores: un hombre de 47 años sufrió quemaduras graves (33%), una mujer de 55 años (16%) más un otro de 48 años que también fue afectado. Según la prensa, todxs tres están todavía en el hospital, la condición del primero era y es la más seria.

Como de esperar, inmediatamente varios partidos políticos pero también dos (hasta ahora) grupos del ámbito aniautoritario (anarcosindicalistas del periódico “Rosinante” y la llamada “Reunión de los Anarquistas” (Sispirosi Anarhikon) que escribieron, entre otras que “Los que realizaron esa “obra” no eran anarquistas. No lo podrían ser.” –original en griego: http://athens.indymedia.org/front.php3?lang=el&article_id=1291585) tras sus declaraciones condenaron públicamente ese acto. El discurso fue, en todos esos casos, muy barato y típico considerando gravedad de los hechos: el Partido Comunista de Grecia hablando como siempre de provocadores, la derecha sobre “anarquistas asesinos”, etc.
Si van a aparecer algunas mas en fondo y de la perspectiva revolucionaria opiniones/análisis sobre ese trágico hecho les vamos a traducir. Por ahora presentamos la reivindicación publicada hace un par de días:

Tal vez el momento más imprescindible para hablar es cuando un acto tuyo toma una forma peor posible. Por esto sería para nosotros inadmisible de quedarnos callados o hablar el idioma otro que el de la verdad sobre los acontecimientos que ocurrieron el 14 de mayo en la calle Kallidromiou.

Compañeros y compañeras decidimos de realizar un bien apuntado (política y operativamente) ataque a la Quinta Comisaría en Eksarhia. Un momento de lucha y una pequeña respuesta nuestra al bestial ataque contra la marcha de 11 de mayo, a la abierta colaboración entre la Policía y Amanecer Dorado (Hrisi Avgi)* en los recientes pogromos racistas. A todas esas expresiones de la dictadura (que intenta de ser) totalitaria del capital y del Poder sobre nuestras vidas.
En nuestras discusiones hemos tratado de emplear cada esfuerzo posible para que el ataque tuviese sólo un y claro objetivo: la policía. Nos acercamos a la comisaría por las calles Trapezoudiou y Mavromihali. Nos retiramos por H.Trikoupi y Methonis. Justo para no mezclarnos en el mercado popular. Lo único que ese ofreció, como oportunidad, a las personas que tendrían que exponerse directamente a los policías armados, era la congestión del tráfico en calles adyacentes provocada por el mercado y así el difícil acceso de los maderos que llegarían al lugar. En ningún caso vimos el mercado popular como teatro de los enfrentamientos. Prendimos fuego y destruimos tres motos privados de los maderos en calle Mavromihali sin que alguien de los vecinos estuviese puesto en peligro. Colocamos y encendimos un bidón de gasolina en la entrada de la comisaría simplemente para cortarles la salida, sin embargo no lo hemos tirado dentro así poniendo las personas dentro en peligro. Prendimos fuego a todos los vehículos que estaban delante de la comisaría (está claro que ningún ciudadano simple no puede aparcar allí, debido a los razones de seguridad de la comisaría misma).
Al mismo tiempo, nuestro grupo de vigilancia que estaba en H.Trikoupi localizó y atacó una moto con dos secretas. Tumbó su moto y les repeló. La moto cayó en la calle H.Trikoupi, fuera del mercado aunque muy cerca a ese. A continuación entraron las llamas, sobretodo para eliminar la posibilidad de persecución por varios maderos, los cuales, a propósito, eran los que luego atemorizados hicieron una incursión en el mercado popular blandiendo sus pistolas. El trágico error fue que equívocamente pensamos que las llamas de la moto en H.Trikoupi no se podrán extender sobre los puestos del mercado que eran en Kallidromiou, unos pocos metros más allá. Y efectivamente, así sería si no ocurriese el poco común hecho: la explosión del depósito.
Nada de lo que hemos contado es capaz de contradecir la nuestra RESPONSABILIDAD (y aquí la palabra “responsabilidad” toma sus verdaderas dimensiones) y nuestra pena sobre ese hecho. En ningún caso podría ocultarse, sea en el rincón más lejano de nuestras mentes, la despreocupación sobre las heridas graves sufridas por un empleado y unas más leves de otras dos personas.
Como sujetos políticos asumimos toda la responsabilidad por nuestro acto y las trágicas consecuencias que esta tiene para el gravemente herido empleado, efectivamente siendo contrarios, total y en nivel de valores, a cualquier lógica de los “daños colaterales”.
De corazón, deseamos la convalecencia a los tres heridos y esperamos que sean comprendidos tanto nuestros motivos como los errores que hemos cometido.

Nota:

*partido neo-nazi

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